Allan Karlsson cumple cien años y decide escapar de la fiesta que le tienen organizada en la residencia donde está internado dejando plantado al mismísimo alcalde, en zapatillas y con su centenaria vida a cuestas aun le quedan muchas aventuras que experimentar.
El abuelo que saltó por la ventana y se largó es un viejecillo que va por el mundo dejándose llevar, la novela nos narra dos historias: la de la biografía del protagonista con unos orígenes dramáticos marcados por su afición a los explosivos y la de las correrías que le suceden como resultado de su fuga.
Lo primero que hace el avezado vejete es dirigirse a la estación de autobuses y ahí comienzan más de 400 páginas que de puro inverosímil te acaban captando para la causa sueca y sobre todo divirtiendo. En la estación se encuentra con un joven al que le roba la maleta y con ello se mete sin saberlo en un lío de tres pares de narices con gangters y bandas criminales incluidos, va encontrándose compinches en su andadura como el estafador de poca monta Julius Jonsson o el improvisado chofer Benny con los que comenzará una huida en vagoneta a pedales, el motivo es que la maleta sustraída al joven venía con una sorpresita: miles de coronas.
1905 a 2005 es el tiempo en el que Allan ha vivido, desde que nació como hijo único en un pequeño pueblo hasta que aterriza en la residencia de ancianos. Tiene el señor Karlsson una vida rocambolesca jalonada por su curiosa afición a volarlo todo, la dinamita es su pasión, esa tendencia a los explosivos le lleva a estar internado siendo un adolescente en una institución en la que lo esterilizan, este procedimiento tan dramático pasa por el como si fuera una circunstancia normal, es como un Forrest Gamp que va andando por la vida sin nada de esfuerzo de un sitio a otro con un éxito relativo. Los escenarios por los que se mueve empujado por el destino van desde la Guerra Civil española con un tet a tet con el mismo Generalísimo , a viajes por Venezuela o Rusia, todo un correcaminos que no presume ni se las da de nada, todo lo que le manda la casualidad lo acepta y sigue hacia delante.
Jonas Jonasson es un periodista que decidió tomarse un respiro para escribir la novela que siempre había querido crear y le ha salido bien, la historias se ha vendido divinamente por lo original del argumento, el sentido del humor , y lo inverosímil de las situaciones a ritmo sueco, todos estos componentes han hecho de esta novela un boom editorial. Personalmente me ha gustado mucho más la biografía de Allan que las peripecias de su huida, y es que de simple que es (por no decir bobo) le coges cariño.
Deberes para lectores caóticos: ¿qué venerable actor podría interpretar a Allan en el cine? ¿Christopher Plummer, Pepe Sacristán , el cumpleañero Christopher Lee?
Los suecos que no son tontos ya han hecho su versión cinematográfica.
El abuelo que saltó por la ventana y se largó, Jonas Jonasson, Ediciones Salamandra, Barcelona 2014.
¡Hola!
El libro no lo he leído, tuve la oportunidad de ver la película y me pareció bastante divertida así que el libro está en la lista de pendientes 🙂
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Estamos cambiadas, a mí me falta la película.
Gracias por pasarte.
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