He visto en Netflix Bright. Me da penica, pero no me mató, no me abdujo, no me sedujo, y eso que los ingredientes prometían: orcos, elfos, hadas porculeras y sí, el hombre, Will Smith, ese muchacho con el que compartimos sobremesa tropecientos años en Antena 3 y que me gusta tanto, o más, que a La Vecina Rubia Jon Kortajarena.
¡Will, te amo!
Pero la peli no es nada del otro mundo, quitas a los seres sobrenaturales y se queda en un telefilm dominguero para babear la siesta. Espíritu #voyametereldedoenelojo a tope, todo no va a ser purpurina Netflix.